
Busca la VERDAD - Elige la VIDA

Еvangelización
¿Cuántos de nosotros llegaremos a esta conclusión en el cielo? Sabiendo que podríamos haber sacrificado algunas de nuestras posesiones y comodidades para predicar el evangelio y salvar a la humanidad perdida y engañada. La realidad es peor que la que se describe. Quienes perecieron solo perdieron sus cuerpos mortales y sus vidas temporales fueron acortadas. El destino de las almas tiene consecuencias eternas. ¿Con cuánta sinceridad buscamos encontrar a los perdidos en este mundo?
Dios no solo nos da consuelo en la vida diaria, sino también la esperanza de una vida eterna con Él. No puedes salvar el mundo, pero puedes ser parte de quienes cambian el mundo y la eternidad para al menos una persona más. No puedes arrepentirte por ellos, no puedes obligarlos a amar a Dios, no puedes hacer muchas más cosas. Pero sí puedes extenderles la mano y mostrarles el amor de Dios como Él te ama a ti. ¡SÉ ESA PERSONA por esa "UNA PERSONA MÁS"!
¿A cuántos hemos guiado a Jesucristo? ¿Por cuántos hemos intercedido para que sean salvos? ¿Cuánto nos importan realmente los perdidos? ¿O solo nos importa ser salvos? ¿Cómo no buscamos alcanzar a los perdidos y enfrentamos los momentos incómodos, fuera de lugar y espontáneos cuando Dios nos insta a compartir el evangelio con quienes quizás no lo sepan o se hayan desviado del camino correcto? ¿Cuánto esfuerzo invertimos en educarnos para poder compartir el evangelio con quienes se resisten a Dios? ¿Estamos capacitados? ¿Los amamos como Cristo los amó? Somos los pies de la iglesia para llevar el evangelio a los perdidos, somos las manos de la iglesia para ayudar a los necesitados y abrazarlos con amor, somos la boca de la iglesia para compartir la verdad que nos libera de la condenación.


Estamos equipados con la palabra de Dios e impulsados por su Espíritu Santo a compartir el mensaje del pecado y la condenación de la humanidad, la gracia y el perdón de Dios, y la salvación de la humanidad por la fe para salvación. Esta fe producirá buen fruto y aroma agradable para la edificación y santificación de otros.
Esta escena no representa plenamente el arrepentimiento y la culpa que sentiremos ante Dios y ante aquellos que podrían haber sido salvos si les hubiéramos acercado con la verdad de Dios con amor y compasión. En el momento en que comprendamos que la muerte momentánea es como una gota en el océano de la muerte eterna, comprenderemos verdaderamente la urgencia del peligro que corre el mundo. Que esto sea un estímulo para quienes comparten el evangelio y una advertencia para quienes no lo hacen. Si no deseas la salvación de otros, ¿eres realmente salvo?
"Cuando yo diga al malvado: 'Oh malvado, de cierto morirás'; si no le hablas para advertir al malvado de su camino, ese malvado morirá por su iniquidad, pero su sangre demandaré de tu mano". (Ezequiel 33:8)